El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha presentado la Memoria de Investigación del Sistema Sanitario Público de Extremadura (SSPEx), donde ha destacado
que durante el año 2020 fueron financiados 145 proyectos de investigación.
Acompañado por el director general de Planificación, Formación y Calidad Sanitaria y Sociosanitaria, José Luis Vicente, y la directora gerente de Fundesalud, Verónica Martín, Vergeles ha informado que la actividad investigadora vinculada al SSPEx se financia mayoritariamente mediante la participación en proyectos de I+D+I en convocatorias competitivas de administraciones o entidades públicas y privadas.
Las fuentes de financiación fueron un 14 por ciento convocatorias internacionales, un 24 por ciento fondos nacionales y un 62 por ciento ayudas autonómicas.
Vergeles destacó que el SSPEx contó con 413 investigadores pertenecientes a grupos catalogados en el Sistema Extremeño de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTI) y los grupos de investigación activos en el Área de Ciencias y Tecnologías de la Salud (CTS) ascendieron a 42, de los cuales 35 están en la Universidad de Extremadura, 6 en el SES y 1 en la Fundación Neofacial.
Desde el SSPEx se dirigieron un total de 120 trabajos académicos, de los cuales 100 trabajos fueron de fin de grado o carrera, 8 trabajos de fin de máster y 12 tesis doctorales.
José María Vergeles ha recalcado que “no solo debemos estar orgullosos por la gestión que el personal sanitario ha hecho durante la pandemia, sino también de su gestión del conocimiento para atender los problemas de salud de la ciudadanía”.
MÁS INVESTIGACIÓN, MÁS CALIDAD SANITARIA
Redactada cada año por FundeSalud, la memoria refleja la situación de la investigación clínica en la región, donde el personal clínico y hospitalario de Extremadura, además de su labor asistencial, dedica parte de su tiempo a la investigación en salud, lo que se traduce en una mejora directa de tratamientos para los pacientes.
Con la investigación, “sube la calidad sanitaria”, ha explicado Vergeles, pues la actividad investigadora se incluye en la actividad asistencial, y desde la Fundación y la Dirección General de Planificación, Formación y Calidad Sanitaria y Sociosanitaria, se facilita la investigación y su divulgación.
Sobre los ensayos clínicos en primera fase, Vergeles subrayó los relacionados con hematología y oncología, porque cuando se agotan las líneas de quimioterapia y en los hospitales extremeños se realizan ensayos clínicos con fármacos experimentales, siendo los estudios previos positivos, se puede acceder a nuevos medicamentos o incluso a consultas de segunda opinión con otros centros médicos.
En 2020 se produjo un considerable aumento de la producción científica en el marco del SSPEx, con un récord de publicaciones entre artículos, sesiones clínicas, documentos científico-técnicos, resultados tecnológicos y otras formas de difusión, pues se publicaron aproximadamente 600 artículos científicos, el 97 por ciento publicados en revistas con factor de impacto.
Cabe destacar el importante papel de los investigadores que no están catalogados en grupos del SECTI y cuya producción científica supone 48,2 por ciento de los artículos científicos publicados.
Además, se consiguieron resultados tecnológicos que dieron lugar al registro de 14 propiedades intelectuales, junto con una patente, en concreto un dispositivo para la monitorización de la presión arterial en consulta.
Es importante destacar, según el consejero, el papel de los estudios clínicos de la región, ya que en 2020 estaban en ejecución 302 ensayos clínicos y 281 estudios observacionales desarrollados por personal investigador del SSPEx, además de las redes colaborativas a las que pertenecen los investigadores, cinco de ellas las relativas a la pertenencia al Centro de Investigación Biomédica en Red del Instituto de Salud Carlos III y otras diez redes, en su mayoría europeas.
LÍNEAS DE FUTURO
En cuanto a las líneas de investigación médica en el futuro, Vergeles afirmó que se debería ir hacia el desarrollo de un estatuto del Personal Investigador en la sanidad y potenciar la investigación en la Atención Primaria, además del desarrollo de la inteligencia artificial en el tratamiento de los diversos tipos de cáncer y terapias avanzadas.
Para conseguir este objetivo, es precisa una financiación adecuada y para ello hay que aprovechar los fondos procedentes del mecanismo de Recuperación y Resilencia que pone a disposición el Gobierno de España.